En la sección Facetas de El Universal, del domingo 21, aparece una crónica escrita por la periodista Jacklin Rojas Camargo, sobre un libro cuyo autor es mi amigo y médico Álvaro Monterrosa Castro. En la obra, el galeno recopila algunos de los mo-mentos históricos más significativos de la práctica médica en Cartagena. Sobre uno de esos períodos, de los cua-les relata, se ocupa sobre cuál fue el motivo real de la muerte de Rafael Núñez Moledo. Me gustaría hacerle a mi respetado amigo Monterrosa algunas observaciones, de ca-rácter tan elemental, para controvertirle al-gunas de sus aseveraciones al respecto. Co-mencemos por el principio: Dice la cronista, que el autor relata: “ciertos signos (…;) como la cianosis son sospechosos de envenenamiento por arséni-co” Sólo con la prueba del espejo (¡miren eso!), esto lo pone el escritor en boca del Doctor Rafael Calvo La Madrid. Según el prosista, muy allegado a la familia de Nú-ñez. Inconcebible que una figura de la talla del Doctor Calvo La Madrid callara un sig-no clínico de sospecha de envenenamiento, sin denunciarlo siendo de los afectos de la familia. Se lo contará, luego, a su hijo, otro Patricio de la medicina: Doctor Rafael Cal-vo Castaño. Este sí conocido y amigo de mi padre, quien fue el que recibió en sus ma-nos al autor de esta nota ya anciano. Cuenta mi progenitor que era un sabio como clínico y obstetra. También calla (por Dios), para relatárselo a un alumno Ar-mando Lujan. (¿) Que ignominia para un prohombre como fue quien me tomó a mi llegada a la vida. Otra observación, Rafael Calvo Castaño fue el fundador de la Clíni-ca no su hijo: quien fue el padre del Doctor Haroldo Calvo Núñez, llamado también Rafael. Calvo Castaño no iba a tener 70 años de muerto, si en la crónica hay una foto que firma a un amigo en 1949. Cuan-tas pifias juntas. Vamos por otros errores: dice el autor que en la década de los años 30 y 40s hubo discriminación racial y social. Mi padre en esos años hizo sus estudios de Abogacía y fue catedrático de la facultad de Derecho, y nos contaba que la única discriminación que hubo en los cuarenta y principio de los 50s fue política. La huelga contra el doctor Napoleón Franco Pareja de 1959, el suscrito hacía primer año de profesión, conocí sus oríge-nes y sus consecuencias. Si tuvo repercusión Nacional, pero su origen fue político. Ha-bía un rector que venía del gobierno de la Junta militar, conservador. El doctor Fran-co Pareja no era el rector sino el decano de la Facultad de Medicina, liberal; el decano de Odontología Liberal, y de otras faculta-des también liberales. Había que crearle problemas al gobierno que lo precedía el doctor Alberto Lleras Camargo, liberal quien tumbó a Rojas. El rector se unió a los estudiantes, liderados por un comunista y un socialista. Y de esta manera salieron de la mayoría de las facultades, los mejores elementos de la academia. Alfredo Villalba Bustillo. CC. 9.048.420 de Cartagena
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