Buzón


El imperio de la Barbarie

Básicamente estoy aterrado. He sido testigo de una batalla campal en las calles del barrio Castillogrande, en la que una horda de adolescentes enloquecidos se atacaban unos a otros con artefactos pirotécnicos explosivos y ponían en peligro no sólo la integridad de quienes participan en este salvaje juego, sino la de cualquiera que se les atravesara en esta cadena de demencia. La imprudencia de lanzar alevemente explosivos, sobrepasaba el mínimo sentido de preservación, pues en más de una ocasión vi cómo algunos de estos adolescentes, por perpetrar sus acciones, eran casi arrollados por los vehículos que por la zona circulaban. Esa noche reviví las jornadas de disturbios en las que siempre hemos estigmatizado a estudiantes de universidades públicas, sindicalistas o ciudadanos del común, pero que hoy han sido emuladas de la peor forma por las elites cartageneras, pertenecientes a lo más granado de la sociedad y educadas en los más prestigiosos y costosos colegios. Lo que hoy vi, supera con creces cualquier pilatuna o travesura. Lo que he visto raya con el vandalismo, la barbarie, la mala educación y la estupidez. ¿Sabrán los padres de estos niños dónde y qué hacían durante esta noche? La verdad, espero que no lo supieran, porque si no, el futuro sería más sombrío. Alejandro Jaramillo G. C.C.No. 94.415.152 de Cali.

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