Por allá en el año 63 del siglo 20 mi memoria evoca gratos recuerdos cuando el Colegio Liceo de Bolívar funcionaba en el barrio San Diego, exactamente en la Calle del Cuartel. Era dirigido por Guillermo Valdelamar, uno de los mejores rectores que tuvo nuestro amado liceo. Un año después fue trasladado a la Avenida Pedro de Heredia. Pero los recuerdos más hermosos nos dejaron huellas de humor. ¿Quién no recuerda al profesor Peluccio, de matemáticas; a El Cali, de educación física; al profesor Aguaslimpias, al profesor Pulido, a Santiago Colorado, al matemático de Chang, al profesor Barrios, de psicología. En fin, una caterva de catedráticos que no han tenido emuladores en la educación actual. Los únicos colegios que competían en aquella época eran los colegios de La Salle, Salesianos, San Carlos y el colegio de La Esperanza. Hoy siento tristeza y vergüenza por la mediocridad de la mayoría de los colegios públicos y privados. A los primeros no les interesa si los educandos estudian o no estudian; a los segundos, sólo les importa que el alumno esté al día con sus obligaciones económicas contraídas con el colegio. Me da pena decirlo, pero el Liceo Bolívar de este siglo 21 viene en decadencia; y, desgraciadamente, los secretarios de la educación en Bolívar no conocen la historia de esta universidad de bachillerato, si bien podemos llamarla así, a través de su historia académica.
Nelson Zamora Pulgar
C.C.No. .9069.256 de Cartagena.
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