Esta historia cae como anillo al dedo:
“Hace siete meses me casé con un hombre que, cuando éramos novios, me respetó; pero unos cuatro meses antes de casarnos, comenzó a comportarse de manera agresiva. Me hace daño con ofensas, insultos y golpes. Siempre que anda depresivo o cansado, todo su enojo lo descarga conmigo. Después de que se ha desahogado, me pide perdón, y me jura que cambiará. No sé qué decisión tomar, ya que siento que mi vida con él es un infierno. Vivimos en casa de mis padres, y me da terror pensar qué pasará cuando vivamos solos. Lo amo tanto y me da miedo perderlo, pero no quisiera que siga este tormento”.
El consejo que recibió fue el siguiente: “usted dice que le da miedo pensar en vivir sola con su esposo. ¿Acaso no le da miedo pensar en que él pudiera maltratar a sus futuros hijos, o llegar al extremo de matar a uno de ellos o a usted? Su esposo necesita ayuda para vencer sus tendencias al enojo. Vez tras vez promete no volver a pegarle, pero le pega. En casi todas partes hay programas para ayudar a dominar el enojo, pero si él quiere cambiar, debe hallar tal programa y aprovechar todos los servicios que éste ofrece”.
Gustavo Morales de León
C.C. No. 9.075.790
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