El poder enferma

Esa parece ser la situación de muchos gobernantes, que, tras una larga permanencia en el poder, terminan enfermándose, y, luego de perderlo, su nostalgia los enloquece. Uno de los casos más sonados de la historia de la humanidad fue el de Hitler, quien prefirió suicidarse para evitar su nostalgia y no terminar en la cárcel. Otros muy destacados fueron los de Mussolini en Italia, Franco en España, Stalin en la ex Unión Soviética, Pinochet en Chile y Fujimori en el Perú. La historia se repite a lo largo y ancho del planeta, siendo unos casos más conocidos que otros. Recordemos también a los temibles fundamentalistas islámicos del norte de Africa, Oriente Medio y a los "bárbaros" "socialistas islámicos" del África subsahariana.
En América Latina, además de los dos casos señalados, muchos mandatarios han padecido esta "enfermedad", tales como los Somoza de Nicaragua, los Douvalier de Haití y los dictadores militares de los años 70 y parte de los 80. Más acá, todavía no podemos afirmar nada de los actuales mandatarios de "izquierda" en algunos países centro y suramericanos, y de cierto ex presidente colombiano, no obstante, haber dado muestras de que se está "cocinando" algo similar que podría desembocar en la "locura nostálgica" de un ex mandatario nacional y de un presidente en ejercicio, vecino de nuestro país. 
Rafael E. Yepes Blanquicett
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