Si nosotros creemos en el Siglo XXI, que un animal es capaz de ser más inteligente que el ser humano, y como tal que un animal pueda predecir mejor que los entendidos en deportes, quienes van a ser los ganadores de un partido de fútbol, equivalentes a las pitonisas y oráculos iluminados y tales como el oráculo de delfos, que recomendó a Leónidas a invadir a Persa, como costumbre, de los atenienses y griegos de consultar los oráculos, pero con la diferencia que utilizaba un interlocutor que entraba en trance y adivinaba los acontecimientos futuros y venideros. Las pitonisas actuaban directamente como adivinas, pero siempre entraban, como parte de sus adivinaciones y transmutándose en unos lenguajes de quejidos, contorsiones y retorcijones del cuerpo, como si estuvieran poseídos por los dioses, diablos o seres superiores que la controlan en ese momento algo parecido a las contorsiones de pulpo, con sus tentáculos. Vemos claramente dignificar un animal, como inteligencias sus tentáculos poseen unos sensores receptores en sus anillos y con un gran poder olfativo, los cuales podrían ser estimulados y enderezarlos hacia un objetivo trazados por los grandes apostadores, que existen en estos mundiales y así desviar la atención y conducir a sus contrincantes a ponerla equivocadas en los contrarios, en las apuestas millonarias que se dan en estos escenarios. Luego es claro que además de una farsa es volver al oscurantismo de los siglos XIV y XV, que fue remplazado por el Siglo de las Luces, además del enciclopedismo y el renacimiento. No se concibes semejante estrechez mental, en pleno siglo XXI, Atrasados por las concepciones equivocadas y tratar de mantener a la humanidad en el atraso cultural de las manipulaciones y engaños que tratan de someternos los medios de comunicación y de dominio hegemónico del poder, de donde provenga como apostadores, consecución de obnubilaciones, falta de objetividad debido a sus interés financieros de distorsionar una vez la realidad, los avances del siglo XXI y mantenernos en la ignorancia. No cabe duda, que los deportes carecen de una lógica sistemáticas, para poder deducir con claridad meridianas y precisión ortodoxas, como reglas quien es el seguro ganador, sino una simple especulación, las diferencias entre los equipos cada vez se estrecha más debido a que se evoluciona en el sentido deportivo, no existen equipos pequeños, después de semejante maratón en clasificar durante un año, campeonato extenuantes, preparándose y adiestrándose para tal fin. Jaime Fortich Gutierrez. CC. 73.083.654 de Cartagena.
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