La excelente campaña de promoción en el exterior de Colombia Es Pasión, (El riesgo es que te quedes), que ha conseguido disipar la mala imagen y los miedos de los extranjeros a invertir en Colombia, ha encontrado en la Alcaldesa de Cartagena a su peor enemigo. Lo que no ha conseguido la inseguridad, el terrorismo, el narcotráfico, que dejó la imagen de Colombia por los suelos durante muchos años, lo va a conseguir la Alcaldesa. Evitar que los extranjeros inviertan y lo que es peor, que vengan a quedarse. Mientras muchos países, como República Dominicana tienen políticas fiscales muy atractivas para que los extranjeros decidan irse a vivir allí una vez jubilados, pagando la mitad de los impuestos, o como hicieron algu-nas ciudades mediterráneas de España, consiguiendo que alemanes, suecos, ingleses y franceses compraran su vivienda de jubilación, con lo que ahora gastan en España la pensión que perciben en sus países, la Alcaldesa va por el camino contrario, y a aquellos extranjeros, que en estos últimos cuatro años, atraídos por el encanto de Cartagena, decidieron apostar por esta ciudad, ahora con este impuesto a todas luces abusivo empiezan a plantearse cambiar de destino para poder vivir. Como muestra basta decir que un apartamento de 110 m2 en el barrio de Chamberi, uno de los más exclusivos de Madrid, que pasa por ser una de las ciudades más caras de Europa, paga de predial 400 euros al año (1.200.000 pesos). Pues bien un apartamento de 68 m2 en el Centro Histórico de Cartagena tiene un predial de 2.400.000 pesos. El doble de importe por la mitad de espacio, y aquí ni hay metro ni la mejor red municipal de autobuses públicos del mundo, ni la limpieza y ornamentación de la capital europea. Escuchar al Secretario de Hacienda decir que la subida se destinará a arreglar los problemas de la ciudad, insulta la inteligencia del ciudadano. ¿Para qué se destinan los impuestos sino es para arreglar y mejorar la calidad de vida en la ciudad? Pero dudo que con este “atraco” con alevosía y nocturnidad, los ciudadanos vivan mejor. Ni los locales ni los extranjeros que con sus divisas traídas y gastadas aquí, aportan consumo y vida a la ciudad. Manuel Gutiérrez C.C. 1 047 338
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