Reprochable desde cualquier punto de vista lo que hizo el jugador del Deportivo Pereira, el día domingo en el estadio Metropolitano de Barranquilla, con un indefenso animal. Con esto se ha mojado mucho papel y las redes sociales han comenzado a poner el grito en el cielo por el incidente. Todo eso está bien, porque es un animal quien sufre la intolerancia y el odio que tenemos en el lado oculto de nuestro ser. Sin embargo, en mi concepto, en nuestro país cotidianamente se cometen barbaridades que van en contra de la vida de animales y de los seres humanos, y no se dice algo. No se dan manifestaciones sociales en pro de la vida humana. No voy a defender al jugador, que por cierto, merece una sanción. Lo que sí quiero dejar claro es que hubo más intención de matar, la vez que los policías apalearon a la perra o perro y nada pasó. Ni allí ni con las muertes de seres humanos. Todo queda allí, en el momento. No hay tanta resonancia de la información. ¿No debe hacerse lo mismo con este tipo de información en la prensa nacional? Considero que hay mucho sadismo con la noticia y no un equilibrio al momento de analizar las situaciones. Estos actos merecen, con la misma intensidad, el reproche de la comunidad. Creo que las muertes que se cometen diariamente sin justificación en el país más religioso, pero con un alto índice de violencia del mundo, merecen la denuncia y la investigación para que la impunidad no sea el pan nuestro de cada día.
Edinson Pedroza Doria
C.C. No. 8.754.497 de Soledad.
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