Buzón


El salario mínimo

Fijar el salario mínimo en Colombia, se volvió tan rutinario como "elegir reinas" para todo. Se invierte tiempo y dinero en una actividad en la que nadie cree, porque se termina fijando el mínimo por Decreto. Hablar de salario mínimo es hablar de desmotivación, penuria, tacañería, de inconsecuencia e incomprensión. ¿Qué tal hablarles al Presidente, al Congreso, hablarles de un salario de dos millones de pesos, cuatro veces el mínimo actual, con incrementos del 5%? ¡Ya quisiéramos verlos... pese a que tienen con que vivir! ¿Colombia, realmente no tiene a quién venderle lo que produce? ¿Los colombianos no tenemos con que comprar lo que producimos? ¿El colombiano desmotivado no produce lo que debiéramos? ¿Los empresarios colom-bianos no creen en sus trabajadores? (con el mínimo lo dicen...) Porque la verdad sea dicha, los trabajadores colombianos no estamos creyendo en nuestros patronos. No les importamos mayor cosa, menos les importa nuestras familias. Lo cierto es que con un mínimo como el nuestro, está difícil erradicar la violencia, la inseguridad, la falta de salud y ¿con qué ganas se trabaja? Gustavo Idárraga Celada C.C. 8249650 de Medellín.

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