Es inaudito que en la Clínica Madre Bernarda los pacientes que llegan por cuenta de las EPS tengamos que soportar el irrespeto por parte del centro médico, sobre todo en el área de cardiología y rayos X, donde sólo colocan seis sillas en lo que ellos mal llaman sala de espera, que no es más que un pasillo estrecho, y caluroso, sin ningún tipo de ventilación, obligándonos a sentarnos en el piso, expuestos a cualquier contaminación y haciéndonos ver como unos perros que estamos mendigando, siendo que es un servicio pésimo que estamos pagando. Pero lo más irónico es que hasta los ancianos tienen que soportar este atropello y violación de los derechos humanos, con la complicidad del Gobierno que no aplica las sanciones del caso, a pesar de las innumerables denuncias que hacemos los usuarios contra los centro asistenciales. ¿Qué pasó con el destape de la olla de corrupción de la salud, que no han dicho nada más? ¿Ya se dieron cuenta que las EPS son de los familiares de algunos senadores, representantes o expresidentes y por eso prefirieron callar? Espero que la Superintendencia de Salud tome atenta nota. Y si dudan de mi denuncia, los invito a que se acerquen a la sección de radiología a esperar por un examen.
Javier Torrenegra Prens
C.C. No. 73.122.273 de Cartagena.
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