No se triunfa en la vida sin esfuerzo, ni mucho menos esperando un golpe de suerte. Es vana ilusión pensar y actuar día a día creyendo que alcanzaremos las metas que nos trazamos en la juventud al concebir la construcción de un proyecto de vida, sin esfuerzo, tan solo con base en la suerte y el menor esfuerzo. Cuando esto último se impone, terminamos andando por caminos que tarde que temprano nos llevan a dolorosos fracasos. Pero por lo general, todo lo que alcanzamos y valoramos como de gran significación en lo que a cada uno atañe, es resultado del esfuerzo constante, de la superación personal, de la disciplina, de la honestidad y de la organización familiar y laboral. Claro, hay que dejar sentado que las aspiraciones de unos no son las mismas de otros, lo que exime felizmente de medir el éxito propio comparado con el de lo demás. Dicho en otra forma: “he llegado a donde he aspirado, y he obtenido lo que he querido, con lo cual me siento satisfecho. Por tanto, no siento envidia por lo que otros han logrado”. Pensaba en nuestros deportistas que han llegado a la cima gracias a sus esfuerzos.
Marco Polo Guerrero
C.C.No. 9.056.220 de Cartagena.
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