Para nadie son desconocidos los abusos y excesos que cometen algunos miembros de la Policía Nacional. Muchas veces cuentan con el guiño de sus superiores. Para ilustrar lo anterior, dos observaciones que comentar: una, la actitud hostil de miembros de esta institución, cuando ultrajaron de palabras y de hechos a un par de muchachos artistas (estatuas de negro), que se ubican en distintos sectores del centro de la ciudad, los cuales hacen parte de nuestra cotidianidad y patrimonio cultural. Considero que para ejercer y mostrar el arte y la cultura en cualquiera de sus manifestaciones no debe haber lugares vedados. Lo otro es el incidente ocurrido en una estación de servicios de la variante Mamonal, donde en confusos hechos, un miembro de la policía, presuntamente, sin mediar ninguna investigación y a mansalva, asesinó a un joven mecánico de motos, quien aparentemente lo único malo que hizo fue salir raudo en su motocicleta, ya que practicaba la velocidad en ese sector de Mamonal y no contaba con los documentos del vehículo. Estos hechos aislados, los que no hacen parte de la política anti criminal de la institución, se están volviendo rutina; mientras, la ciudad vive aterrorizada por el sicariato, y la impunidad galopando cual jinete y caballo en hipódromo de techo.
Julio C. Carbonell G.
C.C. No. 73.082.850 de Cartagena.
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