Es de suma gravedad que el Estado colombiano no le haya puesto la seriedad debida a la ingente cantidad de miles de millones de pesos que le deben las Empresas Promotoras de Salud, a clínicas y hospitales del país. ¿Cómo es eso que el Estado no se mueve a ponerle orden al flujo normal de pagos por servicios prestados? Sí las IPS no reciben con la seriedad debida los pagos, pues estamos al frente de un fenómeno antieconómico. Sí a las organizaciones no se les paga por los bienes y servicios vendidos, ¿cómo hace la empresa para tener adecuada atmósfera de productividad y felicidad? Lo grave del asunto es que las EPS menosprecian las cuentas, queriendo, además, "barequiar" todos los servicios prestados: todo lo quieren regalado o barato. La salud no puede manejarse con ese descaro de la cesación de pagos por parte del comprador de sus bienes y servicios. Es inexplicable que el poder ejecutivo del país como el legislativo y judicial no prepare una unidad de gestión de cobro coactivo para marchitar, de una vez por todas, semejante actitud de morosidad en los flujos económicos de pago por servicios prestados a las EPS. No es honrado y serio lo que está sucediendo. Es abominable y ominoso.
Rogelio Vallejo Obando
C.C. No.19.127.119 de Bogotá.
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