Agradezco a las personas que se inventaron este maravilloso proyecto de vida para nuestros niños. Hoy, en el barrio La Candelaria, los niños viven con pasión esta actividad los fines de semana. Somos nosotros los dolientes de lo que hoy se está gestando en nuestra comunidad: alegría, ilusión y esperanza. Cuánta falta nos hace la presencia del Estado en el acompañamiento de este tipo de proyectos. Pero, por encima de todo, nos entusiasma la berraquera de las personas que lideran este proceso. Me asombro de cómo este proyecto ha logrado posesionarse en este espacio muy rápido. Pero no deja de asombrarme que para el Ider no tenga importancia. Su director no visita la zona a observar las bendiciones que se vienen generando. Muy seguramente no tiene la sensibilidad que le permita entender la problemática real que afronta nuestro entorno. Para nosotros, es un político más que llega a un cargo, porque hemos visto cómo sus organizadores mendigan unos uniformes para satisfacer las necesidades de nuestros niños. Pero no importa, porque cuentan con nuestro apoyo.
Manuel Berrío Jiménez
C.C.No. 73.192.353
Buzón
Fútbol callejero, ejemplo de vida
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