Se habla mucho de la Ley de Víctimas y qué bueno que se haya aprobado para reivindicar en parte esa gran tragedia que han vivido muchos colombianos. Sin embargo, es bueno recordar que las primeras víctimas de extorsión, asesinatos y desplazamiento de la guerrilla fueron los ganaderos. Después de la guerrilla, vinieron los paramilitares y los ganaderos quedaron entre la espada y la pared, una condición perversa que los llevó a la desolación y a la ruina. Afortunadamente, Uribe arrinconó a la guerrilla en la selva y mandó a los cabecillas de los paramilitares a las cárceles de USA. Los ganaderos comenzaron a respirar y vaya suerte llegó el invierno más crudo que se haya dado en Colombia en los últimos tiempos; y siguieron arruinándose. Ahora, siguiendo directrices del Gobierno de que se exploraran nuevos mercados ante el cierre del mercado de Venezuela, logrando algunas exportaciones aceptables, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, (cafetero, a quién no le importan los ganaderos y de pronto sí los intermediarios como los frigoríficos), cierra la exportación en pie, dejando en cuidados intensivos lo que queda de la ganadería costeña. Este es el vía crusis que han vivido los ganaderos en los últimos años, con la estocada final, ejecutada de las entrañas del propio Gobierno.
Elizabeth Manotas
C.C.No. 33.147.286 de Cartagena.
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