No puede seguir haciendo carrera en Colombia el argumento de la flexibilización de los costos laborales, como uno de los puntos para lograr competitividad, para que así buena parte de la producción tome el rumbo internacional. Ese socorrido punto lleva implícito alto grado de facilismo argumental, porque en realidad hay variados rubros que están trayendo a las empresas elevadísimos costos, casos como los relacionados con los servicios públicos, como de muchos impuestos calculados con espíritu exorbitante. Los expertos deben olvidarse de las ideas que rondan muchos de sus análisis, que siempre es el mismo sonsonete: bajarle a los salarios, como a los impuestos sobre las nóminas, impuestos que muy en el fondo de la cuestión le lucen a un Estado social. Seguir en esa tónica de debilitar salarios es olvidarnos de los índices de felicidad como de productividad de los seres humanos que tienen como ingreso básico su renta de trabajo. Es olvidarnos orondamente, repito, de otros renglones de costos que le están haciendo la vida imposible a las empresas. Sea el momento de decir que todas las empresas de servicios públicos no pueden tener el objetivo de buscar ganancias de monopolio. Deben ser costeables, que es muy diferente. Ese disco rayado "no hay que ponerlo". Recordemos que el factor de producción más importante y vivo es el trabajo.
Rogelio Vallejo Obando
C.C.No. 19.127.119 de Bogotá.
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