El Gobierno Nacional tendrá que intervenir los métodos de actualización del avalúo catastral que utiliza el IGAC, porque se están convirtiendo en atrevido agente que está elevando los avalúos de la propiedad inmobiliaria, como si el país viviera una cruda y pesada atmósfera inflacionaria, con características de galopantes. Allí reside la causa explosiva por la que el Impuesto Predial se está convirtiendo en una carga tributaria, asustadora e impagable para las familias, como para los empresarios de todas las categorías del campo y la ciudad. Se requiere con urgencia domesticar al IGAC. Lo grave es que, al paso del tiempo, los ingresos familiares terminarán en el pago de los servicios públicos, Predial y Valorización, sin olvidar el IVA. Ningún impuesto se debe tornar excesivo y abusivo, pues ello no consulta con las leyes de economía. Un contribuyente no se debe sentir maltratado por la tributación, pues ello tipificaría un abuso de confianza como un feroz castigo al trabajo como al capital. El crecimiento de la prosperidad social sufre con todo ello mella brutal y aterradora, que va llevar a la exacerbación social. Los impuestos no pueden llegar al nivel de la confiscación de ingresos. Las administraciones municipales no han actuado con la debida razón, olvidándose también del sentimiento social.
Rogelio Vallejo Obando
C.C.No. 19127.119 de Bogotá
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