Me sorprendieron los vigilantes de este colegio cuando impidieron la entrada de un estudiante por no llevar el uniforme. No iba mal vestido. Sin embargo, impidieron su entrada. Qué grata sorpresa saber que un nivel de exigencia de ese nivel refleja e irriga hacia lo que debería ser toda la institución. Sin embargo, el personal que entregó el turno a las 6, según lo dicho por la persona que recibía, dejó la disposición de que el turno para entregar las fichas a quienes fuimos a matricular nuestros hijos ese día viernes 30 de noviembre de 2012, era que debía entregarlos a partir del número 6, sin más explicación. Qué desvergüenza de estos individuos sin moral. Quienes estuvimos ahí desde las 4, poco más de 80 personas, exigimos explicación y no nos la dieron; y esperamos con estoicismo la solución que nunca llegó, ni por parte de las directivas del colegio, ni por nadie. Exijo que, como personas que merecemos respeto, las autoridades de la empresa privada y el colegio se pronuncien por esa "pequeñez" que determina tantas cosas estructuralmente delictivas de nuestra sociedad y tomen medidas visibles. Recuerde, señor rector, que el colegio está llamado a dar muestras de transformación, con el rigor que dicen tener para con su formación. No menosprecie esta petición respetuosa en medio de otras graves.
Eduardo Enrique Rodríguez Martínez
C.C. No. 73.134.528
Buzón
I.E. Soledad Acosta de Samper
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