Muy preocupante el aumento de los índices de criminalidad en las ciudades y el repunte de las Farc en distintas zonas rurales de Colombia con bombas, ataque a patrullas y secuestros masivos, como el de los veintitrés trabajadores de la petrolera canadiense Talismán, en El Vichada. La impresión general es que este gobierno está dejando caer la seguridad democrática, legado del presidente Uribe y bandera por la cual nos motivamos a votar por Santos. Extrañamos el estilo de Uribe, encabezando consejos de seguridad regionales cada semana en las zonas más afectadas por la violencia y mandando a los generales de la República a trasladar sus despachos de la fría capital a la provincia hasta que las operaciones marcharan por sí solas. Ahora no vemos ni al nuevo presidente ni al ministro de Defensa. Y frente a graves atentados no ha habido manifestaciones de rechazo ni de acción. ¿Quién conduce la seguridad de la Patria? Parecemos barco al garete.
Alejandro Osorio V.
C.C. No.73.956.974 de Cartagena.
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