Infracción DATT

No encuentro lógica en la medida tomada por el Distrito consistente en la demolición de los resaltos reductores de velocidad (poli-cías muertos), construidos en los barrios po-pulares porque supuestamente son un peligro para el tránsito automotor, a pesar de estar demostrado que sirven para prevenir acci-dentes y en algunos casos alteración del orden público, tal como sucedió hace apenas algu-nas semanas en Flor del Campo y en El Po-zón, los cuales han costado la vida de dos per-sonas y numerosos daños materiales. Si bien es cierto que estos elementos de-ben cumplir con algunas normas de tránsito, también es de tener en cuenta, que a falta de presupuesto del ente encargado de la circula-ción vehicular en Cartagena, los moradores nos hemos visto en la necesidad de construir estas estructuras, recolectando fondos con los vecinos, para poner freno a las velocidades con que circulan las busetas de servicio públi-co cuando están en la “guerra del centavo”, y de paso prevenir que nuestras calles sean es-cogidas por los delincuentes motorizados co-mo vías de escape cuando son perseguidos por las autoridades. Sin embargo, es de notar que en los ba-rrios populares los resaltos están pintados, más no los construidos por la administración en la cuarta avenida de Manga, que por falta de señalización y de pintura reflectiva, me hi-cieron perder el control de mi automóvil y estuve a punto de atropellar a una anciana que esperaba en la acera. En otras palabras, “la ley entra por casa” y la vida de los mora-dores de Manga es tan importante como la de los demás cristianos que vivimos en la Tierra y si a ellos se les protegió con estos elementos, todos los que sean demolidos en los barrios populares, deben ser reemplazados por otros que cumplan con las especificaciones del DATT. Javier Torrenegra Prens CC. 73.122.273 de Cartagena