La inseguridad en Cartagena de Indias, me está llevando a un caso paranoico, pero lo tomo como medio de defensa. Al salir a la calle, y en especial cuando me toca coger un bus, adopto una posición de hombre guapo, aunque me esté muriendo de miedo. Es por esto que resulto un “pagapato”, término que en el argot del “ lumpen y rastrero”. Significa, ser un “man zanahorio”, que sólo lo que hace es meter “mono”, tratando de dárselas de “maloso”. El problema es que cuando me bajo del bus tengo que hacer un esfuerzo para volver a lo que realmente soy: un ciudadano pacífico. Toda esta situación la está ocasionando la inseguridad en Cartagena. Este fenómeno se comenta a diario por nuestra prensa, como lo hace uno de nuestros historiadores, Alfonso Múnera, en su columna de El Universal, todos los miércoles. Se hace necesario en las emisoras invitar a la solidaridad, un mensaje por cada dos vallenatos llorones, dónde se dé una explicación ética, sobre la importancia de la solidaridad. Crear un servicio de trabajo social para los estudiantes de último año de las carreras de Ciencias Humanas, dónde éstos aborden los medios de transporte y hagan un discurso que llame a la civilidad y sociabilidad.
Juan Gutiérrez Magallanes
C.C.No. 6.742.388 de Tunja
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