La intersección en el semáforo a la bajada del Puente Heredia, nos recuerda la frustración que sentíamos en tiempos de niños en el parque de diversiones ciudad de hierro, cuando al montar en un tiempo muy reducido los carros chocones, no lográbamos movilidad alguna, porque estos tristemente terminaban atascados unos a otros. Los vehículos que vienen del Centro y suben en cómodos siete carriles los puentes Heredia nuevo y viejo terminan a su bajada en esa intersección, apretujados sin ningún orden en solo cuatro carriles, constituyendo la movilidad allí en un enredo permanente agravado por mototaxistas, malabaristas y demás del rebusque. La administración debe hacer algo en esta esquina. Es necesario rediseñar esa intersección, demarcar los carriles, delimitar la vía con bordillos, señalizar; y, en lo posible, adquirir para uso público el terreno donde funciona un CDA de poca clientela, que estorba demasiado, no favorece un cómodo giro a la Avenida del Lago y tapa una linda vista al Puente Román y la bahía.
Ricardo Torres Porto
C.C. No. 19.228.645 de Bogotá.
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