La realidad es clara, estamos ante un problema de gran envergadura, la violencia juvenil que azota todos los barrios y todos los estratos de la ciudad, entrar a una discoteca o entrar a un baile de picó es lo mismo, los niveles de violencia con que se tratan los jóvenes es increíble, las peleas con armas de fuego ya son constantes, la pelea por el territorio es una normalidad, el vandalismo contra las casas de sus supuestos enemigos es cosa cotidiana, la policía es insuficiente, y no ha logrado con el tema de policía comunitario acercarse a la comunidad, el policía de barrio del que nos hablaba el comandante Bravo sigue siendo una ilusión, esperemos que con el nuevo comandante se retome este proyecto para el bien de la comunidad. No se trata de solamente castigar se trata también de salvar a estos muchachos de la garra de la delincuencia y de la drogadicción, la sociedad, la policía y la administración debemos unirnos en un frente común para no dejar crecer más el problema. Uriel Aguilar Alvarez CC. 73.094.967 de Cartagena
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