Había que ponderar entre sí se tomaba un espacio de los parqueaderos del Parque de La Marina o si se dejaba sin campo de fútbol a los raizales de Cartagena que desde siempre han jugado fútbol en los playones aledaños a las murallas, como siempre, triunfó la opción excluyente de los nuestros. La misión de Trasncaribe -cambiar nuestras costumbres- empieza a ser realidad pues los jóvenes cartageneros, y quienes hacen deporte en ese sitio, ya no tendrán donde “patear bola”. En una ciudad sin escenarios deportivos debe considerarse la posibilidad de conservar lo poco que se tiene y respetar las tradiciones. Me imagino que ahora sigue la cancha de La Tenaza pues la idea es seguir excluyendo del Centro a todo lo que convoque a las barriadas de extramuros. Los equivocados son otros. ¡Dios salve al Bambino! Freddy Machado López CC. 73.111. 731 de Cartagena.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()