Entendí el mensaje del columnista Óscar Collazos para Campo Elías. Como en el famoso dictum de Unamuno: ¿De qué se trata para oponerme?-, amañadamente muchos lo han interpretado a sus gustos o conveniencias. Lo comparan con Cantinflas, que su lenguaje es ramplón, que su cartón apenas tiene dos meses, que ya le serviste a la ciudad con tu labor periodística y quédate quieto. Hermanazo, no desista, le sienten pasos de animal grande; te conozco y magistralmente manejas el discurso de acuerdo al medio social que encares. Sé por dónde va la vaina, pero, pregunto: ¿vamos a conformarnos con que el periodista haya denunciado con su labor los defectos y males que padece la ciudad, cuando no se ha resuelto ni el 30% de lo que él ha destapado?
De otra parte, sé de muchos funcionarios prepotentes, que se untan de pueblo sólo en épocas preelectorales, que tienen más cartones que un tugurio y los resultados en sus cargos han sido nulos. Ellos están en otro paseo. No señores, él va a llegar y con absoluta seguridad, sabrá conferir su representación en cada espacio de la administración a un profesional idóneo y honesto, en pocas palabras, el oficio de un verdadero gerente: delegar.
Fidel A. Leottau Beleño
CC 9.055.544 de Cartagena.
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