La corrupción de las indemnizaciones

Alcaldesa Judith: ponle atención a la noticia de El Universal: “Prostitutas piden ser indemnizadas”. Es decir, resarcir, reparar con dinero el daño que se le causa a las  meretrices, porque en tu buen gobierno quieres recatar esta belleza que fue nuestro Parque del Centenario, en pleno corazón colonial de nuestra ciudad.  Ponle atención, Mariamulata, porque vienen en contra del Distrito  dos tutelas millonarias:  una por aquellas que pecan por la paga; y la otra, por quienes pagan por pecar. Porque cerrar el gran parque, remodelarlo, limpiar el obelisco —que los cartageneros no conocen por temor a acercarse a él—, embellecer las estatuas en mármol, que se encuentran en algunas puertas; y colocar las faltantes, les perjudica en sus actividades de comercio. Yo le aconsejo a mi pariente Adelfo Doria Franco, gerente del Espacio Público, recuerde que nuestro Derecho Penal desciende del Romano y, en la época del Imperio, las que traficaban con sus cuerpos, además de pagar impuestos (hoy de Industria y Comercio), ejercían sus actividades a puerta cerrada. En ellas colocaban una rama. Por eso les llamaban rameras. Aquí, cuando existían los llamados barrios de tolerancia, en las puertas del negocio, en vez de una rama, colocaban un bombillo o foco rojo. Por eso, en Tesca, hay un sector llamado el Foco Rojo.
Joaquín Franco Vega
C.C.No.3.784.921 de Cartagena.