Durante más de cuatro semanas, haciéndole un favor a un familiar, estuve intentando sacar una cita, en una Registraduría auxiliar de esta ciudad. Esta demora, así la considero, se presenta por varios factores: 1. Se puede lograr solo por vía telefónica, en un horario de 8 a.m. a 10 a.m. “Pero el teléfono permanece ocupado, y cuado no lo esta, no lo contestan”. 2. Daños en la maquina de enrolamiento o booking. 3. No ser amigo, conocido o familiar de un funcionario de esta entidad. Entre otras. Pero todo este retraso, que lo considero casi que aceptable, por la cantidad de personas que deben realizar esta renovación y por observar el esfuerzo realizado por la Registraduría, junto con la Alcaldía Distrital, para atender a todas las personas, no es lo que me aterroriza, si no la osadía, de uno de los funcionarios, que utiliza su cargo, para intentar persuadir, influenciar a cada persona, que ha esa entidad debe y se ve obligado a llegar, diciéndole cosas como: ‘…;aquí está su cédula. Ahora tiene que votar por x candidato presidencial…;”. Como si fuera un intercambio de favores y no una función que le corresponde como funcionario publico. Este tipo de funcionarios, deberían tener mucho más cuidado con lo que dicen e intentan hacer en ejercicio de sus funciones. Carmelo Andrés Cruz Álvarez.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()