Como se dice popularmente, me parece que al gerente del Espacio Público del Distrito, Adelfo Doria, se le fue la liebre dando la explicación de por qué no se puede indemnizar a las prostitutas del Parque del Centenario. Según el funcionario, ellas no pueden recibir dinero porque no están estorbando el espacio público, además de que su actividad no es legal. De acuerdo con esa afirmación, las ventas estacionarias recibieron dinero, porque tenían años de estar estorbando el espacio público, aunque, al igual que las prostitutas, sus dueños estaban ejerciendo un trabajo ilegal. Parece que el señor Doria le estuviera diciendo a los ciudadanos: “róbense el espacio y les pago, pero mientras estén en los que parques vendiendo sexo, olvídense, no hay plata”. Todo eso pasa por la falta de autoridad que sufre Cartagena. Si las autoridades actuaran desde el primer momento en que una persona se pone a vender empanaditas en una esquina, no habría necesidad de pagar indemnizaciones. Pero, en vez de eso, esperan a que monte todo un restaurante para entonces entrar en líos jurídicos que a la largan desangran el erario. Y lo peor: todo mundo empieza a sentirse con derecho a cobrar indemnizaciones por cualquier pendejada, como quieren ahora las prostitutas.
Enrique Villalba Consuegra
C.C.No.73.113.491 de Cartagena.
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