La teniente Sandra Mora le contó a Eri-ka Fontalvo, en el programa El Radar del Canal Caracol, que en octubre de 1999 fue retirada de la Policía Nacional por supuestos nexos con paramilitares y narcotraficantes de la región en donde se desempeñaba como comandante de un puesto de policía local. Por este motivo, la afectada interpuso una tutela ante la Corte Constitucional en contra de esa institución arma-da, para demostrar que no tenía dichos nexos y que su superior inmediato la despidió en realidad por el hecho de ser gay y haber tenido la valentía de reconocerlo ante él, algo que al troglodita comandante le pareció “un escándalo”. La teniente Mora tenía una hoja de vida intachable. Pero eso, al pare-cer, le importó un bledo al obtuso oficial, quien, haciendo uso de su facultad discrecional, la retiró del servicio sin ninguna clase de consideraciones. La Corte ordenó su reintegro y el pago de los salarios dejados de percibir durante los once años que duró su batalla legal por hacer valer sus derechos constitucionales, dejando sin piso, además, la absurda “facultad discrecional” de la que hacen gala muchos servidores públicos cuando quieren sacar de su camino a alguien que les molesta “como una piedra en el zapato”.
Rafael Yepes Blanquicett
C.C.No.9.093.223 de Cartagena.
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