El ex presidente Álvaro Uribe tiene todo el derecho y la libertad de opinar sobre las relaciones entre Colombia y Venezuela y tiene la libertad de reunirse con políticos del mundo entero, sin que eso se convierta en intervencionismo o en violación de la soberanía de otros países. Si líderes políticos opositores venezolanos o ecuatorianos desean dialogar en Colombia o en el exterior con el ex presidente Uribe y hacer un sano debate democrático sobre temas de interés binacional o multilateral, los gobiernos y las relaciones diplomáticas no tienen por qué verse afectadas. Algunos le temen en América Latina al debate fraterno de las ideas, a la contradicción y buscan el unanimismo o el silencio cómplice.
Alejandro Osorio V.
C.C.No. 73.956.974 de Cartagena.
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