La sabiduría del juez

Felicitaciones al Juez Segundo Civil por su fallo a favor de los derechos de los inde-fensos lavadores de carros de la Bomba El Amparo, para que sea el Distrito el que se encargue de trasladarles los baldes y las pa-nolas a un sitio donde puedan continuar lavando taxis. Ojalá los pongan donde ha-ya, al menos, una pluma de agua de donde puedan gastarla sin pagar, como han hecho toda la vida. Así no se les vulnera su dere-cho a la igualdad. Qué bien que usted, se-ñor juez segundo, en nombre del pueblo, resuelva así el grave problema de esos cuantos personajes, cuya única posibilidad de subsistencia es la de lavar carros, ya que es imposible pensar, por ejemplo, en que se dediquen a cualquier trabajo formal, por-que entonces quizás tuvieran que enfrentar las penurias de cumplir unas reglas, obede-cer órdenes, hablar con menos grosería y sin riñas y quizás atender un horario. En fin, tantos factores de desmejoramiento de sus derechos. Porque ellos sí están indefen-sos. No como esa cantidad de niños y viejos que andan mendigando la caridad pública, pues a éstos últimos les basta saber cuándo se saca la basura en las casas para tener acce-so a comida gratis. Además, como los mendigos no ponen tutelas, pues no tienen derechos. Esa es la verdadera justicia social. Felicitaciones, señor juez. José del Carmen Montero. C.C. No. 73.236.335 de Mompox.