Buzón


La trampa sale

En mi niñez cuando jugábamos y nos veíamos asaltados por el adversario con la ilegalidad de un hecho dentro del juego, continuábamos jugando no sin antes advertirle a manera de sentencia: La trampa sale, y a fe que salía, tal como salió ahora con lo del referendo. Por eso encuentro incomprensible la frus-tración de muchos colombianos por la declaratoria de inexequibilidad que hizo la Corte Constitucional respecto al referendo que ha-ría posible la reelección del presidente Uribe, algunos parecen no entender la decisión adoptada por la Corte y muchos, todavía conscientes de sus vicios, tampoco la aceptan. Es obvio que después de conocida la ponencia del magistrado Sierra Porto, el mar de vicios y triquiñuelas abierto por los promotores y asesores del referendo en su afán de sacarlo adelante, resultaba innavegable para la idoneidad de la Corte. Por eso ellos, promotores y asesores, son los únicos responsables del fracaso de una iniciativa que, dada la populari-dad del presidente, no necesitaba de trampas para hacerla valedera y deben pagar por su accionar corrupto. Este fallo además de orientarnos hacia el rescate de valores perdidos, como la ética, debería servir a nuestros cuestionados congresistas como ejemplo de respeto a la constitucionalidad, a la moralidad y a la independen-cia conceptual. Alfredo Fonseca Garrido C.C. 73.076.247 de Cartagena.

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