El enfrentamiento entre la Corte y el Señor Presidente, ya está cogiendo color de hormiga. Podríamos decir que dos grupos de los que deberíamos considerar "los buenos", ahora se arrancan los pelos. Son cual dos gallos de riña, cada quien con su barra, aunque en la gran platea los más sorprendidos deben ser los denominados "malos". Pensamos que llegó el momento de la grandeza, por el bien de Colombia. Aquí es donde se conoce la capacidad de perdón, sin humillarse y ojalá que nos den el ejemplo. El Señor Presidente se está pegando demasiado al timbre y lo va a fundir. Los Señores de la Corte, también quieren sostenerse en un papismo, que muchos por fuera sabemos que no es así. La independencia y el respeto, son pareja, o ¿será que todo esto se parece demasiado a los matrimonios actuales? Mucha fiesta de boda, mucha apariencia, poca fidelidad. ¡Por el bien y el honor de Colombia, entendámonos señores! Gustavo Idárraga Celada CC. N°: 8249650 de Medellín
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