Ante todo, debo aclarar que no soy uri-bista. La DEA acusa a la cuñada y sobrina del expresidente Álvaro Uribe Vélez, de te-ner nexos con el cartel mexicano de Sinaloa, por el envío de 30 toneladas de cocaína y lavado de activos entre 2009 y 2011. Dolly Cifuentes Villa, de 48 años; y su hija Ana María Uribe Cifuentes, de 31, hija de su difunto hermano Jorge Alberto, fueron aprehendidas en Colombia, con fines de extradición a Estados Unidos. No sería el único caso en Colombia. El hermano del general Óscar Naranjo Trujillo, Juan David, estuvo preso en Alemania por narcotráfico. El hermano de Poncho Rentería Mantilla, escritor de peluquería, Carlos Alberto, está preso por pertenecer al cartel del Valle. La excanciller María Consuelo Araújo Castro, tuvo que renunciar porque su padre y hermano, los Álvaros, fueron señalados por secuestro y parapolítica. Guillermo León Valencia Cossio, hermano del exministro del Interior, Fabio Valencia, también está preso por parapolítica. Nueve miembros de las familias Vives Lacouture, delinquieron en uno de los desangres financieros más viles, Agro Ingreso Seguro. Y así, una lista de etcéteras. ¿Uribe, y los demás familiares tienen la culpa de que sus familias delincan? ¿Carlos Vives tiene que responder? El ser humano responde por sí mismo, la familia es otra cosa. Carga con el lastre, pero nada más.
Helena Manrique Romero
C.C.No. 41.658.289 de Bogotá.
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()