Buzón


Las zonas de extramuros

EL UNIVERSAL

30 de julio de 2013 12:01 AM

No se trata sólo de proteger el valor incalculable adquirido por el fuerte de San Felipe de Barajas, en el escenario defensivo de la ciudad, sino de preservar principalmente la lectura del  tramo del antiguo glacis, que en el arte de ofender y defender las plazas fortificadas –polémica- debía permanecer libre de obstáculos o construcciones permanentes que entorpecieran. Habitualmente incluía 1.500 varas (1.253.8 mts.) contadas desde los muros, hasta el alcance de un cañonazo certero a tiro rasante. Este amplio espacio abierto con su límite invisible, paralelo a la línea poligonal descrita por los baluartes y cortinas, es una premisa inherente y vital en cualquier iniciativa que intente recobrar y preservar  la excelente calidad militar de Cartagena del Caribe. No es sólo la competencia de alturas propiamente la causante del detrimento. También  la profusión   estorba. Nos toca subsanar, derrumbar lo que obstruye, salvar lo de valor, seguir erigiendo en los bordes como en Puerto Duro, mientras congelamos las licencias de construcción, se perfeccione la normativa del sector y se disponga de un gran pulmón lúdico ecológico  –con el sistema viario actual-  ante la indolencia y la escasez de áreas sembradas de gran tamaño en la ciudad.
Javier Rodríguez de Ávila.
C.C.No.9.077.591 de Cartagena.

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