Parece que la honorable Justicia del Tío Sam tiene las dos caras muy bien parcializadas. igo esto, por lo referente al envío de los camiones recolectores de basura que en cierto modo, sí son una basura que ya le metieron al alcalde Petro y, por supuesto, a todos los ciudadanos bogotanos. Sería bueno tener ciertas consideraciones al respecto: supongo que las autoridades fitosanitarias del puerto de embarque están en la obligación de hacer una revisión a cada uno de los carros recolectores. Parece que no lo hicieron o les importa un comino enviarnos esa porquería a nosotros, los indios de la selva de Colombia, como nos consideran estos monos. Qué falta de respeto para con el pueblo nuestro. Pero eso no es de extrañar viniendo del Norte, por lo menos nuestras autoridades del puerto, después de haber aceptado la mordida en la primera entrega, se ven comprometidas y presionados a hacer revisión especial a dichos carros. Está a la vista la corrupción de las autoridades de los dos puertos y creo que lo más importante: a Petro sí se le fueron las luces o como dice monseñor Ordóñez, se la fumó verde en esto. ¿Cómo puede ser posible que la persona autorizada o la comisión designada para esto por la Alcaldía de Bogotá para la revisión de estos camiones y esta negociación no hubiese visto el estado de chatarra en que encontraban estos carros? Las autoridades gringas, si hubieran sido honestas, no debieron permitir la salida de estos camiones en ese estado y las nuestras, no han debido permitir su desembarco. Por lo tanto, se ve a leguas un manejo malintencionado de ambas partes. Eso sí lo ve hasta un ciego: la mordida fue enorme. ¿Veremos cómo terminará todo esto? Parece que este adagio se lo achacan a Santa Teresa: “¿quién es más culpable, quién peca por la paga o quién paga por pecar?”.
Diego Serrano Acevedo
C.C. No. 5.555.924 de Bucaramanga.
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