Lo inaceptable

El problema de la violencia que viene azotando al país es inaceptable.  Secuestros, narcotráfico, matanzas colectivas, extorsión y sicariato es lo frecuente que hoy padece Colombia.  El impacto de esos fenómenos se siente no sólo en el campo sino en las ciudades.  El gobierno ha venido llamando a los subversivos para que hagan un alto en el camino, a fin de que Colombia entre en una etapa franca de reconciliación.  Ellos no han querido hacer caso a esta invitación y vemos cómo  todos los días redoblan su acción.  Bajo las balas de la guerrilla mueren diariamente jóvenes soldados y policías que sirven con amor patriótico al país, así como campesinos que se ganan el sustento de sus familias.  Si continuamos por este sendero, vamos a llegar al punto de no retorno, porque nos sumergiremos en una guerra de nunca acabar, estimulada por los sediciosos que decidieron crear sus propias organizaciones de justicia privada.  El país no puede continuar contemplando impávido el espectáculo triste de la ola guerrillera ni de las organizaciones siniestras, que operan bajo el estímulo de personas que, sin ninguna autoridad, se toman la justicia por sus propias manos, asumiendo el papel de defensores de la sociedad y del orden.
Hugo Yabrudy Quejada
C.C. No.876.080 de Cartagena.