La palabra “aval” significa hacerse responsable de la candidatura de una persona que va a inscribirse para participar en las votaciones a cargos de elección popular. Esto ha traído problemas a raíz de la reforma política, que aún no está clara. Estos avales no alcanzan con todas las solicitudes, y es así como personas a las que les han negado el aval se han dedicado a la recolección de firmas para inscribirse por un nuevo partido. Anteriormente, las personas se inscribían por los partidos políticos y quedaban formalmente inscritos. La problemática existe en que la recolección de miles de votos, unos son a conciencia, otros por complacencia y otros por dádivas. Significa esto que al momento de la elección del candidato que tenga mayor opción le resultará un 20% y 30% de los votos de los miles de firmantes. Y qué decir de las inhabilidades que, también con la reforma política, no se sabe a ciencia cierta si de los candidatos inscritos algunos están o no habilitados. Y por este motivo un preso en La Picota ha pedido la inscripción como candidato a la Alcaldía de Bogotá por el nuevo Partido Amarillo con el respaldo de las firmas de los 50 mil presos existentes, ya que él considera que no está inhabilitado, porque todavía no ha sido condenado.
Jorge Oke Luján
C.C.No.3.793.305 de Cartagena.
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