Buzón


Los cajeros electrónicos

Llega la época de fin de año, de las primas, de las compras y del ir y venir de las tarjetas electrónicas. Y en la misma medida que pasan los días nos llenan los periódicos, los noticieros y por todo medio posible, de los cuidados que debemos tener los usuarios para no caer en manos de los clonadores. Es tanta la lluvia de información que nos da miedo entrar a un cajero y hasta desconfiamos de la monjita que hace cola detrás de nosotros. Pero es hora de ponerle un alto a esta cruel campaña terrorista contra los usuarios. Mis queridos banqueros: Los cajeros son unos aparatos inventados por ustedes. No por nosotros. Son de su propiedad. Si son tan vulnerables que son clonables es su responsabilidad y no la nuestra. Si los ladrones ponen aparatos electrónicos en los cajeros, es su responsabilidad y no la nuestra él detectarlos. No somos técnicos electrónicos. Es su responsabilidad establecer programas con sus funcionarios para detectarlos. No nos sigan traspasando su responsabilidad. Suena ridículo pedirle a un pensionado que lo único que sabía hacer era trabajar en una oficina, que detecte aparatos electrónicos sofisticados antes de hacer uso de la tarjeta. La responsabilidad nuestra es solamente cuidar el plástico para que no caiga en manos peligrosas y conservar en secreto nuestra clave. No más. ¡Sus aparatos cuídenlos ustedes! No nos hagan sentir responsables de cosas cuyo funcionamiento desconocemos. De sus multimillonarias utilidades dispongan un pequeño presupuesto para que sus funcionarios revisen periódicamente estos cajeros. Vicente Riccardi C. C. No 17.159.608

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