Hace días escucho rumores de robos que se han presentado en los parqueaderos del centro comercial Caribe Plaza. Aclaro, no doy fe de la realidad de estos rumores, pero sí de su creciente frecuencia. Un familiar muy cercano, que tiene limitantes físicas, me comentó cómo cualquier persona que no tiene ninguna limitante física parquea en las zonas azules de centros comerciales destinadas para ellos. Un visitante de la ciudad, me contó, entre asombrado y maravillado, cómo en el centro comercial La Castellana cobran por entrar al baño, lo cual sería aceptable, si estos baños estuvieran pulcramente aseados. Como estos casos, debe haber más, pero igualmente debemos reconocer el desarrollo y oportunidad de esparcimiento que estos centros comerciales ofrecen a cartageneros y visitantes. El llamado es para que se ejerzan mayores controles sobre aspectos aparentemente ajenos a la razón de ser de estos lugares, de manera que no sólo se concentren sus esfuerzos de buen servicio, en aquello que les genera un lucro directo, sino, que también lo hagan en las zonas, que por naturaleza, deben frecuentar sus visitantes.
Franger Herrera Burbano
C.C.No. 73.129.630 de Cartagena.
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