Los mismos de siempre

Cada cuatro años por esta época, aparecen unos personajes en el firmamento político de Cartagena (por lo general los de siempre), sonrientes, formalísimos y diciendo cualquier cantidad de pendejadas; esos individuos son los aspirantes a ocupar un puesto en el Con-greso de la República. La mayoría, aspiran a ser reelegidos, otros retornan a la palestra después de un periodo fuera de las mieles de la politiquería. La mayoría de estos personajes han tenido su oportunidad y la han desperdiciado, por-que ninguno ha hecho algo por esta sufrida ciudad; nunca los vemos polemizando, apo-yando u oponiéndose a proyectos que otros congresistas (esos si comprometidos con la comunidad que los eligió), llevan para su aprobación. Los de aquí nunca se les ve y si no es porque uno lee periódicos y revistas, ve televisión y algo entiende de esto, se diría que no existieron, pero ahora con motivo de las próximas elecciones, ellos se abrogan el dere-cho de decir a boca llena “que la gran mayo-ría de los proyectos que se presentaron fueron por iniciativa de ellos”, ¡Paja!. De la única manera que se ha notado es cuando han apa-recido salpicados por maniobras delincuen-ciales. Ahora están ofreciendo lo divino y lo hu-mano y son la solución perfecta para Carta-gena y la Costa en general. ¡No les crea son los mismos de siempre!. Invito al pueblo para que escojamos nue-vos personajes, congresistas visibles, gente fresca con ideas nuevas y reformistas; que en realidad quieran a Cartagena, que se hagan notar a diario en el escenario nacional. Elija-mos candidatos que no estén permeados por las viejas costumbres clientelistas, que tanto daño le han hecho a la ciudad. Ellos se pue-den encontrar en líderes políticos, no sólo en Bocagrande, Manga, Centro o El Laguito; si-no en los barrios como el Pozón, Olaya, So-corro, Blas de Lezo. También quiero recordar que cuando un ciudadano recibe dinero por el voto, está cohonestando para que esa per-sona quien le compró el voto vaya a robar al Congreso, porque como dicen en mi tierra, los politiqueros “no dan puntada sin dedal” y usted lo va a lamentar durante cuatro años. Omar Antonio Del Río Henao CC.9.085.680 de Cartagena