Buzón


Más que lo económico

Cómo  atender y satisfacer necesidades de servicio para un bien preciado como la salud, ha sido preocupación de los Estados vinculados moralmente al cumplimiento de ese derecho social. Quizás en Colombia, a partir de 1993, con la promulgación de la Ley 100, se pretendió actuar en ese sentido. Por insatisfacción general se procedió a una reforma con la Ley 1122, a todas luces irrelevante. Ahora asistimos con reservas a la reciente expedición de la Ley 1438, descalificada por la Academia Nacional de Medicina,  porque se presume no proyecta los alcances que satisfagan a los múltiples actores que integran la dinámica de la atención sanitaria. Pareciera que, como las anteriores, se centrara  en el tema de resultados  a través de la atención al mayor número de personas, privilegiando la salud como bien de consumo. En esa lógica, se sabe que los recursos siempre serán finitos y nunca suficientes para atender las necesidades. Entonces, se requiere algo más que el tema económico de la atención. Al saber médico no se le ha valorado lo suficiente en las citadas leyes como actor social de la pedagogía de la salud, para visionar ésta como un bien de producción, antes que de consumo. Creo que en esa concepción, no cortoplacista, se debe centrar el tema, a partir de una educación médica con justicia sanitaria y social.
Álvaro Olivera Díaz.
C.C.No.  73.071.933 de Cartagena.


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