Buzón


A merced de buseteros y sparrings

En mi diario  vivir me toca utilizar diariamente el transporte urbano de la ruta Ternera-Bocagrande-Laguito-Villagrande de Indias y debo decir que lo primero que hago al subirme a una de estas busetas temprano en la mañana es persignarme y orar en silencio para que no ocurra un accidente  que cause daños en nuestra integridad  física, porque  es evidente que la gran mayoría de los conductores de esta ruta desconocen las normas de tránsito y seguridad vial. Prueba de ello es que circulan a gran velocidad, como si estuvieran en un premio de Fórmula Uno; zigzagean en medio de embotellamientos, adelantan o presionan para adelantar pegados al pito a cualquier vehículo que se les ponga al lado o vaya frente a ellos. No contentos con lo anterior, que de por sí es bastante peligroso, dentro de la buseta  el  volumen de la radio es insoportable, unido a que casi siempre escuchan música estridente. Y para remate, lo mejor de esta tortura: tienen un ayudante —o sparring que llaman—,  quien decide dónde y a quién recogen, pelean por el conductor, vociferan la ruta, presionan al pasajero para que se suba en la buseta. En  fin, son ellos los que conducen, aunque no llevan el volante.
Carmen Anachury Díaz.
C.C.No. 45.448.391 de Cartagena.


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