Buzón


No era broma

Estoy de vacaciones en Santa Marta en el Barrio Taminaca I, el cual está azotado por los múltiples atracos de dos antisociales, a quienes llaman “el Gordo” y “el Flaco”.  Pero lo que me ha dejado estupefacta, es la actitud de la Policía de Santa Marta, del 123, porque mi hijo de 7 años, al ver que atracaban a su tía (estaba  jugando en la terraza) ingresó rápidamente a la casa y llamó al 123 para avisar, pero la mujer policía que le contestó le colgó el teléfono, porque pensó que era una “mamadera de gallo”. Cuando vuelvo a marcar y le reclamo, me lo confirma; y además, me dice molesta: “bueno, bueno ya le mando la radio patrulla”. Y cuelga. Esta nunca llegó.  El reporte lo hicimos media hora después a unos policías motorizados que pasaron por casualidad en ese momento. Lo más curioso es que en un país donde a diario vemos, oímos y hablamos del peligro que corren los niños, niñas y adolescentes, una mujer —y además policía— pueda tener un pensamiento tan obtuso y nada solidario, puesto que una llamada de un niño, niña o adolescente puede hacer la diferencia entre su vida o muerte. Gracias a Dios, quien ne-cesitaba ayuda no era él. Por favor, señora agente, usted debe reflexionar sobre su actitud y aptitud.
Eva Rosa Araújo Martínez
C.C. No. 57.428.333 de Santa Marta. 


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