Buzón


No es por defender

La Fiscalía llamó a declarar al cantante Silvestre Dangond por el caso del niño al que le tocó los genitales durante un concierto. Además, pidió protección a la integridad del mencionado infante. Todo eso está bien, pero Dangond y sus seguidores también tienen razón cuando dicen que la tocata tiene connotaciones culturales en la Región Caribe colombiana y que no encierra ninguna malicia. Aunque por el otro lado está el hecho de que el artista haya tocado al niño en público. Es como cuando algunos esposos le tocan las nalgas a sus esposas, pero en privado. Esa conducta se vuelve reprochable cuando se hace en público; y, sobre todo, delante de personas con las cuales no se tiene ningún tipo de confianza. En el otro extremo está la credibilidad de la justicia colombiana. Los seguidores de Dangond han encontrado exagerada la reacción de esa instancia, porque los colombianos estamos acostumbrados a que diariamente sucedan atrocidades y todo quede como si nada. Si la justicia reaccionara siempre castigando a quien se la embarra, sea quien sea, la gente le tuviera confianza y respetara sus decisiones. Pero, tratándose de un ídolo del pueblo, la cosa se ve más como una persecución personal que como un proceso serio.
Reynel Bautista Guerra
C.C.No.73.113.491 de Cartagena.


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