No menosprecies la enseñanza

Todavía no me explico como una profesión tan bella como es la docencia, esté afectada por muchos factores que han venido perjudicando a los encargados de sembrar la semilla del conocimiento, instrucción y sabiduría que es la mayor herencia que se le puede dejar a los hijos y generaciones. Ellos para enseñar algunas veces no preguntan en qué estrato social vive el estudiante porque su misión es que se instruyan, se capaciten excelentemente y sean personas importantes a la sociedad en el futuro. La educación está dividida en privada y pública y la mayoría de las administraciones han querido subestimar a la educación pública porque nunca la utilizaron por su excelente situación económica, porque no tuvieron dificultad ni impedimento para recibir sus clases. Pero en la educación pública las aulas son incómodas, muchas veces los estudiantes no tienen donde sentarse para recibir las clases, pero gracias a Dios por darnos fortaleza. Porque podemos sortear esas dificultades y como el interés, el sacrificio y la voluntad cosechan de una persona un triunfo sea cual fuere su necesidad. La pedagogía es una profesión maravillosa, pero sufrida por las necesidades que padece el docente, al no recibir un salario equitativo que alcance a suplir sus necesidades básicas e imprevistas. Muchas veces el educador tiene que sacrificarse toda la vida, para poder brindarle educación superior a sus hijos y cuando los pensionan, las mesadas no son suficientes para vivir el resto de su vida, por que los entes encargados de nivelar los salarios no han querido ajustarlo. Pero no se preocupen maestros que ustedes son unos auténticos profesionales en la materia, que al-gún día esperamos se imparta justicia y Dios se los recompensará. Maestros ustedes son unos verdaderos guerreros que saben sortear las tempestades. Sigan adelante, ni un paso atrás. Edilberto Suárez Mendoza C.C. 7.470.338 de Barranquilla