No y no: Pedro de Heredia

Justificar el nombre del genocida Pedro de Heredia para un espacio dedicado al desarrollo del arte, del espíritu creativo, es lo mismo, que justificar la ablación sexual femenina con el fin de no maltratar la memoria de un pueblo u ofender su tradición. Las nuevas generaciones cartageneras deben apropiarse de los nombres de quienes a través de la historia han enriquecido nuestros elementos culturales identificatorios y sus monumentos deben ser un homenaje a aquellos que dieron parte de su vida por hacer una Cartagena mejor. Nadie puede dudar que Pedro de Heredia fue un criminal que luchó por dinero, como tampoco nadie puede dudar que Rafael Tatis de Olivero luchó por el bienestar de los cartageneros. Es Rafael Tatis de Olivero como debe llamarse el antiguo Teatro Heredia o Adolfo Mejía. Es un homenaje que la nación le debe a este ilustre cartagenero por haber construido e inaugurado la primera sala teatral en Colombia en el año 1776. (Revista Gestus No.4, pág 10-15). La pereza por escudriñar nuestra historia nos hace limitar nuestras posibilidades de nuevos conocimientos, ante lo cual es más fácil hacer eco por negligencia, haraganería, tedio, gandulería, etc., los conceptos que otros repiten. Rafael Tatis de Olivero, posee una hermosa historia de vida, digna de narrarse en la puerta del Teatro Rafael Tatis de Olivero. Yezid Páez Vargas C.C. No. 9.073.617