Creo que nadie ignora que gran parte de los desastres que están ocurriendo en el país por la ola invernal (fenómeno de la niña), se debe al rompimiento del equilibrio de los ecosistemas, a la explotación, deforestación (tala) y agotamiento de los recursos naturales realizados por el hombre (multinacionales) que llegan a Colombia con el aval y el cuento del Gobierno de facilitar y desarrollar la inversión extranjera, en usufructo y detrimento de los bienes nacionales y causando perjuicios a las comunidades que habitan esas zonas. Ya nos hemos acostumbrado a que el mismo Gobierno y las famosas oficinas de desastres y desatención y las CAR, actúen cuando el daño está hecho y la situación se vuelve irreversible. Estoy seguro, y si los órganos de control operan como lo demanda la constitución y la función administrativa, si realizan, como ellos lo denominan, una investigación exhaustiva y sin escrúpulos, muchos serán los funcionarios del orden departamental y municipal sancionados disciplinariamente e inhabilitados para ocupar cargos públicos, derivando por ende este comportamiento en consecuencias penales por delitos propios de actos de omisión y corrupción por el mal uso de los recursos, que son miles de millones de pesos, que el estado ha destinado a las regiones afectadas por esta clase de calamidades.
Julio C. Carbonell G.
C.C.No. 73.082.850 de Cartagena.
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