Oso sublime por imitar a los gringos

Un oso magistral, simplemente ublime, le pasó a nuestra ciudadana universal, porque, además de haber aprendido a cantar magistralmente, Shakira también se creyó el cuento de que ya había “aprendido a versificar en latín, a tocar el clavicordio, a conversar de cetrería con los caballeros y de apologética con los arzobispos, a dilucidar asuntos de estado con los gobernantes extranjeros y asuntos de Dios con el Papa”, como diría Gabriel José García. Pero, además, el oso se lo merece por imitar a los gringos en todo, como esa aliporiosa costumbre de cantar a cappella el Himno Nacional entre fornicantes gemidos.
Francisco Angulo
C.C.No. 17.176.216 de Cartagena.