Playas en concesión

Nunca he podido entender por qué personas como el historiador Alfonso Múnera se refieren a las plazas y playas de la ciudad que son dadas en concesión, como algo que se le está quitando al ciudadano para su disfrute. Recuerde Señor qué pasó con el parque de San Diego, que con tutela obligaron a los restaurantes que retiraran las mesas, porque los vecinos no podían disfrutar del parque. Seguramente ud. no pasa por ese sitio en la noche, ahora ese parque presenta una invasión de vendedores ambulantes, y dónde están los que lo reclamaban para disfrutarlo?. Las playas son extensas, como ud. dice, Marbella, Bocagrande, Castillo Grande y el Laguito, igualmente las murallas, para disfrute de los ciudadanos. Entonces por qué precisamente las que han dado en concesión, son las que el ciudadano necesita disfrutar? En su artículo dice, que "de domingo a domingo observa" cómo miles de ciudadanos acuden a bañarse, quiere decir, que no les hace falta playa para disfrutar, pero cómo ud. es de los que observa y no va, no tiene idea de la invasión de vendedores ambulantes, carperos, masajistas, gamines que acosan a turistas y residentes, esos sí, no dejan disfritar las playas y que día a día se denuncia. Por qué protestar por plazas, como la del Hotel Santa Teresa o la de San Pedro, o El Café del Mar que no le quitan espacios a nadie, pero que si se puede disfrutar sin el acoso de vendedores, no me va decir que es ahí presisamente donde las personas van a descansar. Dése un paseíto por el Centro amurallado y entonces sí, inicie una campaña para que los vendedores ambulantes , recojan sus mercancias tiradas en metros y metros de aceras y permitan que esos ciudadanos que tanto le preocupan puedan caminar libremente y sin meter el pie en los huecos y charcos de aguas estancadas. Quiero dejar en claro, que no tengo ningún nexo ni interés económico con restaurantes. Leonor Morales de Giraldo CC. 33.115.114.